DOLORES DE ESPALDA

 

Uno de los malestares de salud más frecuentes a fin de año o después de las vacaciones.

 

 

En algunos momentos del año, como antes de las Fiestas o después de las vacaciones, suelen aumentar las consultas a fisioterapeutas, traumatólogos o kinesiólogos.

El cuerpo siente la falta de movimiento, el estrés acumulado, la adhesión a malas posturas crónicas y el estar mucho tiempo sentado durante los viajes. La actividad física no sólo previene los dolores, sino que se indica para solucionarlos.

 

La columna vertebral se extiende desde la base del cráneo hasta la parte inferior de las nalgas. Consiste en 33 huesos separados llamados vértebras, que forman una cubierta de la medula espinal. Las vértebras están unidas por fuertes ligamentos y discos chatos flexibles ubicados entre ellas. Cada disco está constituído por una cubierta externa, fibrosa y dura, que envuelve una sustancia interna gelatinosa, la médula espinal, que transmite señales nerviosas entre el cerebro y el cuerpo.

 

Esta construcción brinda elasticidad y permite movimientos en toda la columna vertebral. Pero, si se gira en forma inadecuada o se exige esfuerzo excesivo a cualquier parte de la columna vertebral, el efecto puede ser dolor sobre las vértebras, los músculos y ligamentos que conectan a las vértebras entre sí.

 

La mayoría de los dolores de espalda son llamados no específicos, porque no hay causa aparente.

Existen muchos factores diferentes, desde desviaciones en el eje de la columna hasta cifosis o escoliosis, pasando por la discrepancia en la longitud de los miembros inferiores o posiciones viciosas.

En ciertos casos se originan en "torceduras" musculares y lesiones en los ligamentos o articulaciones próximas, o fibrositis en los músculos. También vale mencionar otros factores como los psicológicos, el sobrepeso, los movimientos a repetición o los viajes prolongados.

 

El dolor -de aparición tanto lenta como súbita- puede comenzar después de levantar un objeto pesado, luego de una caída o de permanecer en una posición incómoda o forzada, o sin razón aparente.

 

El estilo de vida sedentario es la causa de más del 70% de las enfermedades de la columna vertebral y las articulaciones.

El dolor de espalda lo padece más del 80% de la población de todo el mundo y la causa de la gran 'popularidad' del mal es por lo general el estilo de vida al que ya la mayoría de nosotros estamos acostumbrados : dormir en una cama blanda, trabajar sentado o en posición incómoda y nociva para la columna vertebral- y, por la noche, tumbarse sobre el sofá frente al televisor.

 

Incluso si le entraran ganas de convertirse en un deportista, a menudo sometería a la espalda y las articulaciones a sobrecargas, levantando pesos excesivos y sin calentar los músculos, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

 

El síndrome de insuficiencia vertebral, provocado por la falta de ejercicio y la incorrecta actividad diaria, es difícil de reconocer en etapas tempranas, pero puede provocar varias enfermedades, tales como el latigazo cervical, la lumbalgia o la hernia discal.

 

El mal puede tener varios síntomas, siendo típicos los dolores en varias partes de la espalda y el cuello, generalmente causados por los esfuerzos físicos, después de caminar, levantar una carga o permanecer durante largo tiempo en una posición incómoda.

 

Para prevenir o detener el desarrollo de los dolores de espalda en las personas vulnerables -como los empleados de oficina y los representantes de otras profesiones sedentes- hay que observar ciertas reglas:

 

• No sobrecargar la columna vertebral, cambiar la posición del cuerpo, evitar caídas y lesiones, dormir sobre un colchón firme y hacer ejercicios especiales para fortalecer la musculatura.

• Aumentar la movilidad muscular haciendo estiramientos o con actividades como yoga, tai chi, natación o pilates, que ayudan a mantenerle ágil.

• Hacer ejercicio aeróbico, como caminar, nadar y correr durante al menos veinte minutos tres veces a la semana. Este tipo de ejercicio aumenta la resistencia muscular y el acondicionamiento cardiovascular, mejora el flujo sanguíneo a la columna y ayuda a reducir la tensión.

• Mejorar su fuerza haciendo ejercicios que involucren todo el cuerpo, en especial los músculos centrales del estómago, la espalda, la cadera y la pelvis. Además, fortalecer sus piernas y hombros le puede ayudar a mejorar su capacidad para agacharse, levantar y llevar cosas sin sobrecargar ni lesionar su espalda.

• Mantener una buena postura. Si es posible, no se siente por periodos de tiempo muy largos. Levántese cada quince o treinta minutos y muévase por ahí o estírese. Si está sentado, mantenga sus caderas y rodillas en ángulos rectos y utilice una silla que tenga un soporte lumbar adecuado.

• Si está de pie, mantenga la cabeza elevada, los hombros rectos, el peso hacia adelante y el estómago apretado. No se pare en la misma posición por mucho tiempo. Use las piernas, no la espalda, al empujar o tirar de objetos pesados.

• Utilice técnicas adecuadas para levantar objetos. Si va a levantar objetos que estén debajo de su cintura, párese con las piernas separadas y una ligera flexión en la cadera y las rodillas. Apriete el estómago al levantar y mantenga la espalda lo más plana posible, no la arquee ni la doble. Cuando cargue objetos pesados, manténgalos lo más cerca posible de su cuerpo. No lleve objetos de un sólo lado de su cuerpo.

• Duerma sobre un colchón firme que no se hunda y en una posición que le permita mantener la curva natural de su espalda.

• Haga calentamiento antes de hacer ejercicio o practicar deportes. Aumentar su temperatura muscular y movilidad antes del ejercicio reducirá su riesgo de lesiones.

• Mantenga y adopte un estilo de vida saludable. La obesidad y el tabaquismo aumentan la incidencia del dolor de espalda.

 

El tratamiento de autoayuda más frecuente es aplicar calor en la zona afectada. Puede usar una almohadilla eléctrica o aplicar un suplemento que se calienta en cacerola o microondas y mantiene el calor seco durante un tiempo (se consiguen en farmacias o comercios especializados).

Algunas personas, en cambio, se benefician con el frío. El traumatólogo indicará el mejor tratamiento.

También puede tomar algún analgésico común.

Los masajes suaves, realizados por un profesional; pueden brindar alivio temporal de los síntomas, así como la práctica kinesiológica puede ayudar a proporcionar alivio en dolores moderados.

Si aplica estas técnicas y aún el dolor persiste durante más de tres – cuatro días, llame a su médico.

 

Fuente: www.cormillot.com - http://vivesana.blogspot.com - http://hope.midieta.com